Conociendo la evolución de las temperaturas se puede calcular la madurez equivalente en cada momento. La ventaja del método de madurez es que, independientemente de cómo evolucione la temperatura del concreto, un cierto valor de madurez estará asociado a una resistencia a compresión, siempre y cuando no cambie la dosificación ni las propiedades de los materiales que componen el concreto.

Esto quiere decir que una calibración de madurez-resistencia en probetas es completamente representativa y sirve para determinar la resistencia de una pieza real, independientemente de que la evolución de temperaturas de la pieza difiera a la de las probetas. Normalmente las piezas, al ser más masivas, experimentan un incremento mayor de la temperatura y por tanto alcanzan la resistencia antes que las probetas.

Madurez del concreto te permite construir más rápido y seguro

Además de la ventaja de medir directamente las piezas en lugar de las probetas, que no resultan 100% representativas, el método de la madurez permite detectar cambios en las características de las materias primas si no se ha cambiado la dosificación: una variación de la curva de temperaturas en condiciones similares puede ser causada por una variación entre lotes de cemento, cambios en los aditivos, etc. El método de la madurez añade esta dimensión al control de calidad rutinario y permite investigar el origen de variaciones, y además en un plazo de unas pocas horas.